La casa parlante

Érase una vez una casa que quería ser como las demás. Ella era única; las demás eran normales. Ella tenía ojos y nada más. Una vez encontró humo mágico y, de repente, se le quitaron los ojos y ya fue como las demás. Se puso muy contenta. Pero vino un mago que se llamaba el Mago de las casas y le dio un toque de su magia y le salieron orejas, ojos, boca, piernas y muchas cosas más. Se apartó de las otras casas pero le dijeron que la ayudarían a deshacerse del mago. Al día siguiente todas las casas fueron a por el mago y se rindió. Y las casas ya vivieron felices. 

                                                                                   Carla

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